El hotel es muy bueno, moderno, y completo. El personal es muy amable. La ubicación es bastaste apropiada para conocer la bella ciudad de Monastir y alrededores. Encontramos dos problemas:
1. Las comidas, si bien son buenas, están mal organizadas (especialmente, el desayuno). Hay largas filas para todo, hasta para recoger el pan o los huevos. Por ese motivo, la experiencia en el comedor es pobre.
2. Al ingresar la persona de seguridad nos rompió una pieza de cerámica qué habíamos comprado de recuerdo de Tunez. Nos prometieron su restitución, pero eso finalmente no ocurrió.