El hotel no tiene servicio de restaurante ni de bar en fin de semana. Eso se avisa. La habitación "de rebajas" 179 euros, tenía vistas a las salidas de ventilación. Gigantes cubículos de ventilación, a ras de la ventana. Avisaban de la posibilidad de encontrar suspendidas motas de polvo (en un papel sobre la mesa), debido al cambio de sábanas. Si aprieto más el pie, me las cargo, ya que eran tan finas como una hoja de papel, no nuevas. Amenities? En la pared, un gel, un acondicionador y crema. Ah eso puede ser...