El hostal se encuentra en fase de mejoras. En el momento de nuestra estancia había una habitación que estaba siendo reformada y el piso superior también estaba a medias. La parte terminada está muy bonita. Tiene un desayuno completo en el que se incluyen huevos al gusto y un zumo natural distinto a diario. Zona de lavado y secado de ropa de la playa, cosa que me pareció una gran idea, aunque quizás deberían añadir otro mueble para colgar la ropa ya que a veces se hacía pequeño. El personal era muy amable y familiar. Las camas eran muy cómodas y las habitaciones de buen tamaño. Está en una zona tranquila de la ciudad, pero a tan solo unos minutos del paseo marítimo.
Como puntos a mejorar: mejorar las tuberías, ya que muchas noches el baño olía bastante mal, haciendo desagradable tener su puerta abierta. Se oía mucho lo que pasaba fuera de las habitaciones aunque en general fue un sitio tranquilo. La ducha solo tenía un mando, por lo que no era posible regular la temperatura del agua y nadie nos lo explicó. Admiten pago con tarjeta, pero añaden un 4,2% al importe total. Esto es algo que hacen en muchos establecimientos en las islas.