SegĂșn llegas, la mujer de la recepciĂłn con lacito amarillo bien colocado. Es decir, que quede bien clarito su posiciĂłn ante cierto temas delicados. SegĂșn lo veo yo, cada uno es libre, pero sugiero que el apoyo a ciertas ideologĂas polĂticas, religiosas, sexuales, o lo que te dĂ© la la gana , cuando sean cosas delicadas en el que claramente hay una divisiĂłn social, yo recomendarĂa apoyarlas fuera del horario laboral si tu trabajo es cara al pĂșblico. Porque llegas al hotel a descansar, que haces de ello como tĂș casa temporal, y enfrente tienes una persona que te muestra claramente que para ella es un objetivo importante marcar unas diferencias contigo (y que no vengan con el cuento de que es para los polĂticos presos, porque no). No sĂ© cĂłmo explicarlo, pero claramente no es agradable. Subes a la habitaciĂłn, enciendes el grifo del lavabo, y eso no traga ni para atrĂĄs. HabitaciĂłn 204. Te vas a dormir y prĂĄcticas escalada desde el centro del colchĂłn hacia los vĂ©rtices porque te hundes. Te vas a duchar, y tienes que acabar con la boca llena de jabĂłn porque tienes que abrir los sobrecitos con los dientes, si no, no te duchas. Por no comentar el desperdicio de plĂĄstico que generas. Haces el Check out, y te encuentras con lacito en el muro, lacito otro señor... en fin, que si tratan de generar un ambiente amable, el resultado es totalmente contrario. Por el contrario, la señora de la limpieza superamablePor dĂłnde empezar? Por el principio. SegĂșn llegas, mujer con laci