Valoraré está experiencia en dos partes. Pros y contras puesto que no quiero que se malinterprete la opinión de la estancia.
Pros: dueños del hotel amables y atentos, unas vistas hermosas por el paisaje del bosque, cuarto cómodo y rústico, clásico y tranquilo por los alrededores, aceptan mascotas, un lugar más que correcto si deseas una escapada fuera de las ciudades.
Contras: las paredes no están insonorizadas por ende el mínimo ruido despierta desde bien temprano, por cuestión de la naturaleza en la zona no es extraño ver arañas y telas de las mismas por los cuartos desde que entras, sin ventilador ni aire en verano, sin tv, se comunicó que por cuestión de intimidad no deseamos la limpieza hasta que salgamos del hotel y al segundo día nos dimos cuenta que entraron y cambiaron las basura por lo cual nos dío bastante inseguridad y desconfianza, no hay restaurantes por la zona, 16€ de cena por persona si no quieres salir en coche, falta de control ( un niño desde temprano golpeó la puerta por confusión ).
Por último tenéis que saber qué más que un hotel tenéis que considerar que vais a una casa rural con cuartos separados y un baño privado.
Gracias y saludos!