Con excelente ubicación en el corazón del centro histórico, en una calle tranquila y segura, Casa San Marcos llenó nuestras expectativas. La casona tiene un ambiente encantador. Doña Mayra, la propietaria, nos deleitó con una visita guiada de la propiedad y sus colecciones. Las habitaciones son cómodas. Daniel, el encargado, merece una especial mención, por su dedicación y gentileza. Hizo todo lo posible por hacernos sentir en casa. El desayuno tenía ingredientes frescos, aunque el menú era poco variado. Es un hotel al que sin duda regresaremos.