Hotel viejo habitaciones reguleras en todo . Ni una silla ni una mesa para dejar las cosas , lavabos antiguos las camas pequeñas con unas colchas viejisimas . El hotel llenísimo de gente pero exagerado en el bar no había donde sentarse pero a ninguna hora del día masificado , en el comedor igual tenías que ir dando vueltas para encontrar un sitio de lo lleno que estaba , no había mesas libres unas colas para la bebida impresionantes malísima organización y ya la comida pésima la primera noche había cuatro cosas y frías el comedor a reventar y las 9 de la noche quitan una parte de la comida para que todo el mundo coja en el mismo sitio impresionante , tenía media pensión y no comimos ni un día más allí una experiencia en este hotel horrible no volveré, a Calella si pero no a ese hotel