En general, no regresaríamos. Primero, lo bueno: El sazón de la comida es bueno, la atención de muchos meseros y bartenders es buena. La playa es excelente (arena y color de mar). Tiene muchas plantas, espacios para caminar y animalitos. Cada habitación tiene hamaca. El restaurante japonés muy bien. Hay canchas de tenis, mesa de billar y Air hockey (cuesta $10). Anayelli, mesera de la playa, muy bien. El show de Michael Jackson y circo son buenos. Ahora lo malo: La atención del personal de recepción es muy mala, especialmente el equipo de Marvin y Javier. Son muy lentos e ineficientes, el check in tardó más de 40 minutos y principalmente fue ellos en su computadora siendo muy lentos. Pedimos cambio de habitación porque no salía agua caliente, en otra habitación no funcionaba la TV ni el teléfono, en fin, no funciona mucho de las habitaciones porque está viejo y en mal estado (hamaca, almohadas, etc). Algunas cosas las aceptamos (aunque es incómodo) y otras pedimos cambio, y ahí es donde entra constantemente la ineficiencia de recepción, que arruina la experiencia porque te dicen que si y no hacen nada o nunca llega el técnico y te quedas horas esperando. A las habitaciones les falta mucho mantenimiento, y los técnicos no resuelven realmente. Se trata de ir a aguantar cosas que no funcionan y elegir tus batallas. El show de magia terrible. El restaurante mexicano la comida es mala. El desayuno buffet cierra temprano (11 am).