La ubicación es excelente, muy cerca de todo lo que hay que visitar (la Gruta de las maravillas, el museo del jamón, etc.) y al ser un pueblo pequeño, el ambiente es tranquilo. En las proximidades se puede aparcar con facilidad y también disponen de garaje, que es otro punto a favor para evitar subir en un coche que haya estado al sol todo el día. No está mal para pasar una noche, pero aún estando a cien metros de una preciosa gruta, creo que la relación calidad/precio está bastante lejos de ser la adecuada... A modo de resumen: 85€/noche por una habitación triple en régimen de solo alojamiento; en la segunda semana de septiembre, dos estrellas sin ningún tipo de detalle (únicamente toallas y jabón) y con una reforma que hace años que se debería haber hecho porque los accesorios del tipo "rústico"... o sea... "puedes mirarme, pero no me toques mucho porque puede que me caiga"...