Todo partió mal en la recepción. Un recepcionista (Francisco Santander) soberbio y altanero, que siempre buscó el conflicto en vez de la solución. Exactamente lo contrario de lo que debe ser.
La habitación, hedionda, un solo vaso, un solo shampoo. El tomacorriente del escritorio sin energía, aun más: NO CABLEADO. Un desastre